Producción pecuaria sostenible
Los medios de vida de la mitad de las 768 millones de personas en situación de pobreza dependen directamente de la producción pecuaria, que además provee 14% del total de las calorías y el 33% del total de la proteína de la dieta humana alrededor del mundo.
El crecimiento de la población y el ingreso, así como los cambios en los patrones de consumo y preferencia de alimentos, están aumentando la demanda de productos pecuarios de manera acelerada. Se estima que la producción mundial de carne se duplicará de 299 millones de toneladas en 1999, a 465 millones en 2050.
La producción pecuaria es, por mucho, el mayor usuario antropogénico de la tierra, con alrededor del 26% de las áreas terrestres dedicadas al tierras de pastoreo y cerca de un 33% de las tierras de cultivo dedicadas a la producción de forrajes. La expansión de la producción ha sido una de las principales causas de deforestación, y contribuye a la contaminación del agua a debido a las descargas de residuos, especialmente excedentes de nitrógeno y fósforo. Además, la ganadería hace una contribución significativa al cambio climático, pues el sector es responsable del 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La RAS entiende que el efecto positivo o negativo de la producción pecuaria sobre el ambiente depende directamente de la intensidad de la producción, las prácticas específicas, las especies criadas y las condiciones ecológicas circundantes.
Impacto
El abordaje de RAS para la sostenibilidad de la ganadería se basa en prácticas que:
mejoran la productividad y el uso de recursos mediante la implementación de un sistema multi-nivel para los recursos de alimentación, y un plan de manejo asociado.
minimizan los impactos negativos sobre los recursos y ecosistemas naturales, al prohibir la destrucción de ecosistemas naturales, optimizar el uso del agua y la tierra, y exigir el tratamiento de las aguas residuales.
reducen las emisiones de GEI y mejoran la capacidad de los sistemas como sumideros de carbono.
aseguran el bienestar animal, lo que significa que los animales están sanos, cómodos, bien alimentados, seguros, pueden comportarse de forma natural y no son sujetos condiciones que les provoquen dolor, miedo y estrés.
minimizan los riesgos a la inocuidad de los alimentos a través de protocolos sanitarios y el monitoreo de la salud del animal.
implementan mecanismos para la verificación del origen del animal y su proceso de crecimiento.
Nuestro Marco de Agricultura Sostenible (SAF) contiene una lista completa de buenas prácticas para implementar una producción pecuaria sostenible. Para obtener más detalles sobre nuestro enfoque, descargue este documento.